La hora de Bill & Mike - It's me, Mario!

Primera entrega: Oki Doki

-¡Buenos días, señoras y señores! Soy Bill Williams y hoy os traigo la primera entrega de esta curiosa y reveladora sección. Les presento a Mike Michaelson, mi fiel compañero de entrevistas, fiestas y locuras que nunca saldrán a la luz.

-Buenos días, Bill, me alegro de verte, ¡estás hecho todo un roble!

-¡Para roble el tuyo, pillín!

-Sin duda, Bill.

-Bueno, Mike, ¿qué te parece esta nueva sección que innauguramos hoy?

-Me parecería interesante si supiese de que va esta mierda, Bill.

-De acuerdo entonces, te lo explico brevemente. Nos han contratado para comentar secretos, anécdotas, y otras curiosidades de videojuegos clásicos, nuevos, y todo lo que se nos ocurra. Me parece un curro interesante, ¿no te parece?

-¡Ah! Claro, realmente interesante. ¿Y se paga bien?

-No, pero es lo único que he encontrado con esta crisis y, además, el jefe me cae bien.

-Ahora todo cobra sentido, Bill.

-Sin más rodeos, hoy comenzaremos con una de las sagas más conocidas alrededor del mundo. Un hombre que puede con todo, vence a bestias verdes, rescata princesas y, además, come champiñones para crecer. Todo un ejemplo a seguir. ¿Sabes de quien te estoy hablando, verdad?

-Sin duda, Bill. Del camello de mi barrio.

-Efectivamente, Mario, el pequeño hombrecillo que trabaja de fontanero hasta en época de crisis.

-¿Y que nos traes hoy sobre él?

-Para esta primera entrega te traigo algunos datos interesantes del propio personaje y del ya clásico Super Mario Bros, para NES. Por ejemplo, ¿sabías que Mario en un principio se llamaba Jumpman?

-¿Por qué le cambiaro el nombre, Bill?

-Porque a los de Nintendo América les pareció gracioso que Jumpman se pareciese a uno de sus jefes, llamado Mario Segali. He aquí su foto. ¿Qué te parece, Mike?

-Que en un mundo de 8-bits todo el mundo se parece, Bill.

-Sin duda, Mike.

-Oye, Bill, ¿y qué hay sobre esos graciosos champiñones que Mario come para crecer? Me gustaría probar uno.

-Pues estás de suerte, mi querido compañero. Esos champiñones existen y si los pruebas pillarás un colocón que ni tu madre te aguanta.

-¿De verdad?

-Sin duda, Mike, ni tu madre, ni tu padre. Esos champiñones tienen un parecido muy sospechoso con estos otros, la Amanita Muscaria, setas alucinógenas que puedes obtener en tu farmacia más cercana.

-Creía que Mario era un chico decente, Bill. 

-Todo super héroe tiene su combustible. Además, mi querido Mike, Mario descubrió una forma de consguir ese subidón sin tener efectos secundarios. 

-¿A qué te refieres, Bill?

-Existe un pequeño bug en el que puedes conseguir los poderes de la flor de fuego sin crecer. Es algo totalmente inútil en el videojuego, pero sin duda, Mike, es un alivio para la salud de nuestro protagonista.

-Sin duda, Bill.

-Mike, ¿alguna vez conseguiste saltar por encima de la bandera?

-No, fueron muchas horas perdidas en mi vida. ¿Ocurre algo si lo logras?

-No, nada. Fueron horas perdidas de verdad.

-Bill, estás destrozando mi infancia, que lo sepas.

-Lo sé, Mike. Y ahora un poco más. Mira que cosas más curiosas.

-Vaya, Mario botando contra la pared.

-Sí, Mario puede botar así si pulsas el botón de saltar justo en la intersección de los cuadros de 16x16 píxeles.

-No he entendido nada.

-Sin duda, Mike. Y mira que trucos más chachis. Seguro que no puedes hacer lo que hace este pequeño fontanero.

-Vaya, no sabía que Mario podia patinar.

-Sí, es realmente interesante. Y por último, para detrozar tu infancia del todo tengo un último dato que darte. Mario no rompía los ladrillos con la cabeza, si no con el puño.

-Yo te maldigo, Bill Williams.

-Lo sé, soy un amor. ¿Te ha gustado esta primera entrega, Mike?

-No, me he aburrido demasiado con tus gilipolleces, Bill. Deberías animar esto con algo.

-Tranquilo, lo tengo todo planeado. Para acabar con esta primera entrega, os dejo un vídeo del gran juego que fue y es Super Mario Bros. Toda una reliquia, como tu hermana, Mike.

-¿Crees que no puedo leer lo que está tachado, Bill?

-Sin duda, Mike, sin duda. ¡Hasta la próxima entrega!